Frente a frente, enlazados, en silencio, nos miramos, nada existe, todo sobra alrededor... Una luz tenue al fondo rompe la oscuridad, testigo de la desnudez de unos cuerpos que acomodan deseos bajo el forro de la piel…Extiendo mi mano hacia ti, perfilo con un dedo el borde de tus labios, lento, suave, cálido… Mientras me muerdo los míos deseosa, se me antoja perderme en las nubes de tu boca, en el cielo de las ansias que me provocan tus besos, en los rincones que existen secretos que callan caricias hechas aire.
Me detengo…Tu instinto es más directo, tienes prisa por gastar suspiros, has guiado tu mano hacia mi sexo, tus dedos habilidosos exploran en su interior, juegan con la humedad provocada por las caricias en mi botón rosado. Tu respiración me rompe en tu deseo, no pienso… Sólo te siento…
Mis manos se aferran a las brumas de tus costados, te aprietan, se sueltan. Escurridizas se dirigen sigilosamente hacia tu pene, erguido, excitado, caliente… Tiempo ingrávido de roces de pieles que supuran pasiones, y se funden en la vorágine de un gozo extremo, que clava y desgarra mi carne etérea, mientras tú, aclamas a tu Dios entre espasmos de placer, tempestad y calma que araña insaciable tu fuego, mi sed… Te desvaneces, me desarmas… Y es que contigo yo no sé restar, sólo sé, sumar y llevar…
Me excita saber que hay un universo de placeres esperándonos, exclusivamente para nosotros, donde la suma de Tú+Yo da de resultado = SOMOS…
Amanteceres
