Llevaba varios días cruzándome con él en el portal de mi casa, pero esa tarde justo cuando iba a cerrarse la puerta del ascensor apareció con una dulce sonrisa y unas buenas tardes, yo le correspondí y por ser amable ya que estaba a punto de apretar el botón de mi piso lo pregunté:
-¿va usted al...? Dijo:
- Ático por favor…
Yo me quedé sorprendidísima pues en el último piso solo habían dos casas una era la mía y la otra estaba desalquilada.
-¡vaya que coincidencia! yo también voy al mismo piso ¿somos vecinos? él contestó:
-Llevo menos de un mes viviendo aquí, luego si vives en el otro piso, sí, somos vecinos…
A mí se me iluminaron los ojos y esbozando una sonrisa perversa añadí:
- Bueno pues si necesitas azúcar, harina o alguna otra cosa, ya sabes... Estoy al lado que para eso están los vecinos; nada más terminar la frase me puse roja como un tomate, estaba insinuándome a un señor estupendo de una forma tan descarada que daba la sensación de estar desesperada, el bastante sorprendido añadió:
- Muchas gracias lo tendré en cuenta.
Yo me quedé absorta en sus ojos, mientras educadamente me indicaba con sus manos que saliera pues ya habíamos llegado al piso en cuestión, me dirigí hacia mi puerta y girándome de nuevo para despedirme repetí:
-Bueno lo dicho, si necesitas algo... El esbozó una sonrisa.
-Gracias, nos vemos...
Entré a casa y apoyada en la puerta ya cerrada repasaba lo ridículo de mi comportamiento, ¿porqué había actuado de esa manera? estaba nerviosa y me sudaban las manos...
En fin, pensé en olvidar el episodio tan patético y me dispuse a darme una ducha, así despejaría la mente...
En los siguientes días se repitió algún que otro encuentro, casi en la misma hora, una sonrisa cómplice, un pequeño comentario y un hasta luego, pero yo volvía a tener siempre la misma sensación nerviosa que el primer día, había algo en ese hombre que me alteraba, mi estomago se encogía al verlo, cuando hablaba me estremecía al oír su voz, su forma de vestir tan elegante, sus modales, un conjunto de cosas que lo hacían rabiosamente atractivo; en alguna ocasión esa atracción me llevó a fantasear con él, lo imaginaba en su cama boca arriba, totalmente desnudo, y yo encima de él besándolo, situación que terminó más de una vez en una irremediable masturbación.
Eran más de las tres de la madrugada cuando llegaba a casa, ese viernes me fui directamente del trabajo a cenar con unas amigas y más tarde una copa en un local que acababan de abrir en el centro, a mí las aglomeraciones de gente me agobian y con la excusa del cansancio me volví para casa; buscaba las llaves para abrir el portal cuando una voz me sorprendió:
- ¿Me permites…?
Era él, me quedé embobada mirándolo, no lo esperaba pero allí estaba juntos a mí; por la forma que iba vestido debía de venir de algún evento, traje chaqueta negro y camisa blanca, el perfume que usaba ya reconocido por mi olfato me estimulaba considerablemente, tardé en reaccionar el esperaba como siempre esbozando una espectacular sonrisa, por fin dije:
-Hola, no te había visto.
Pasé al interior del portal agradeciéndole su amabilidad, él detrás de mí contestó:
-De nada es un placer…
Nos dirigimos hacia el ascensor yo lo miraba de reojo, veía como me recorría de arriba abajo con su mirada, eso me agradó, por fin un mínimo interés por su parte, hasta ahora había sido muy prudente, la sola idea de que me mirara me excitaba… Pasamos al ascensor, los dos fuimos a accionar el botón del piso, en ese momento nuestras manos se rozaron ambos nos quedamos paralizados mirándonos fijamente, un escalofrío recorrió mi cuerpo y por su gesto a él ese roce no le debió desagradar, yo quité mi mano y me apoyé en un lateral del ascensor él apretó el botón y hizo lo mismo pero justo frente a mí, ya no sonreía, su cara tenia esta vez otro gesto, ambos fijos el uno en el otro, devorándonos con las miradas, respirando deseo, su boca pedía a gritos ser comido a besos, mientras el ascensor subía, de un impulso dio a un botón del ascensor, este se paró de inmediato, yo no sabía que ocurría pero tampoco necesité preguntar porque se lanzó ansioso hacia mí, besándome como si jamás antes lo hubiera hecho, sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, yo tiré el bolso al suelo y me abracé a él con la misma fuerza que su pasión clavando mis manos en su espalda; empezó a desabrochar mi blusa, hundió su cara en mis pechos ya descubiertos, los besaba, lamia mis pezones con una habilidad asombrosa , yo le quité la chaqueta y desabroché su camisa mientras él seguía perdido en mi cuerpo, levantó mi falda agarrando mis glúteos con fuerza me elevó apoyando mi espalda en la pared, mis manos fueron a su bragueta que estaba abultadísima, desabroché y saque su prominente pene, su erección era bestial, mis ansias por ser penetrada aumentaron, él no paraba de decirme entre jadeos y gemidos de placer “llevo días imaginando esto, te voy a follar sin piedad, me muero por entrar en tu coño, no puedo más…”.
A continuación noté como apartaba mi tanga y me penetraba de un golpe, mi lubricidad lo facilitó pues estaba calada hasta los muslos, ardiente como nunca y deseosa de ser follada salvajemente como él lo hacía en ese momento, sus embestidas cada vez eran mas rápidas, nuestras bocas ya no se besaban directamente se mordían con rabia, mis uñas se clavaron en sus hombros, nada importaba en ese momento de locura desmedida, el tiempo se detuvo en ese ascensor apoderado por nuestro inmenso deseo, no había más vida que la de nuestros cuerpos, más sonidos que los de nuestros propios gemidos y la desesperación por desahogar todo lo que llevábamos conteniendo durante días.
Nos corrimos casi al mismo tiempo, un latigazo de placer me recorrió entera, el no paraba de gemir, parecía un animal enfurecido, nos quedamos abrazados, nos faltaba el aire a ambos, no mediábamos palabra, yo estrangulando aun su cintura con mis piernas, él hundido en mi pecho. Al rato reaccionamos, mirándonos de nuevo con ganas, me bajo al suelo, colocó mi falda y abrochó mi blusa, recogió su chaqueta del suelo, accionó el botón del ascensor poniéndose este de nuevo en marcha, mientras él recomponía su vestimenta; no tardamos en llegar a nuestra planta, salimos al descansillo, él me agarró de la cintura llevándome hacia su cuerpo, me beso dulcemente, mientras con una mano acariciaba mi espalda, mis labios no querían despegarse de su boca de miel, quería que ese beso fuera eterno pues presentía la despedida, y eso era lo último que yo quería, necesitaba pasar la noche con ese hombre, amarle y poseerle a mi antojo, hasta saciar mis ansias de él; se retiró despacio de mí, yo veía como su boca se alejaba, con su mano acaricio mi cara y deteniéndose en mi barbilla exclamó:
-¿Tienes Azúcar? La necesito urgentemente...
Yo sonreí... -“por supuesto que tengo azúcar, pero te aviso, que lo que presto, me gusta que me lo devuelvan...”
-Creo que estoy necesitado de muchas cosas, te haré bastantes visitas, vecina...
Nos dirigimos hacia mi puerta, su mano aun en mi cintura se escurría pícaramente hacia mi culo, ese era el preludio de nuevas emociones...
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24 comentarios:
¡y qué preludio! ojalá tuviera yo vecinos como ese!
otra vez te has superado, gatita. Quisiera ser tu vecinito.......y darte todo le que necesites. Me excito mucho con tus relatos, pero eso ya lo sabes. Un abrazo, de piolin.
Impulsos de fuego que hacen que dos cuerpos ardan de pasión desmedida.
Besos elevados!
Que pasada de relato, me encantan los ascensores y más cómo lo describes tú. Menuda vecina buenaaa
Leyendote, no me extraña que le llames tentacion y añadiria lujuria y deseo, no me extraña que peques.
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, siempre que quieras...
Un ascensor siempre invita a fantasías :-) Un besito
hola Amanteceres, interesante y te digo algo... tambien necesito azúcar...
Un beso. Hasta luego.
Hay tentaciones a las que no nos podemos resistir, sobre todo cuando son tan apetitosas y dulces.
Esos sitios despiertan la pasion.
Besos.
Lunna.
muy erotico un abrzo
una historia excitante, digo la fantasia de toda mujer, ser seducida por un gallardo hombre apuesto que nos derrita por dentro
Hola,
Me encantó tu relato te mantiene intrigado hasta el final, tu estilo es muy bueno.
Pensaba que estas cosas solo pasaban el la pelis,
Felicidades por tus intensas experiencias, ya me pasaré a leer la segunda entrega.
Un beso
Una tentación llena de pasión, lujuria, ánsias, deseo...
ardientes ganas consumidas
en una caprichosa locura
Me ha encantado
Un Besazo
Lunares&Tatoon&Amanteceres&Lhunna
describes el despertar de la pasión.. y luego la pasión en estado Puro !.
Delicioso !
Besos con sabor a Puro Pecado
En la distancias cortas
el aire sofoca,
las palabras tienen mordaza,
muertas encharcadas de suspiros
con los deseos que abrasan
y las caricias que penden de telas de araña suspendidas en sueños de esperanzas.
Todo lo innombrable se nombra a la boca mas cercana.
El Otro Sentido
anhelo un vecino asi...
WAOH!!!!!!!!!!!!!!!
Mi niña sensual u lujuriosa!!!!!!
Que suerte la tuya de tener vecinos asi.
Los mios serian todo lo contrario a la tentacion y a sentirse una tentada, bueno si pero de correr rapido para casa, no se les ocurra insinuarse,jjjjjjjjjjj
Besazos tentados!!!!!!
la tentacion la
encontramos
todos los dias
de nuestro lado
que dificil es
cuando debemos resistirnos
pero cuando
ya es imposible
seguir haciendolo
pues a gozar!!
jeje
besos
ufff... vaya vecinito!! tremendo amanteceres... sensual y lujurioso...
despues de mucho tiempo vuelvo a estar en activo... y me encuentro en cada texto nuevo tuyo te superas... e dsifrutado mucho...
estare por aqui como antes leyendote y disfrutandote!!
un beso amiga hasta pronto cuidate!!
malekin
Yo arrancaría esa tanga para souvenir, cada vez electrificas más mis sentidos guapetona. Un beso.
Un querer acercarse al deseo que se desnuda, con el sigulo que se grita de una pasión que no se agota, cantados de gemidos impulsados a la sensualidad que de vuelo flota, y siempre, la tentación por encontrarlo.
Besotes
Puffffff lo he leido sin respirar, que lujo de vecino.
argggg la envidia me corroe
besitos
Ummm, ¿Existen vecinos así? debo cambiar de comunidad ..
Excelente cielo, siempre es un placer leerte
Néctares
mi hombre es de los de traje negro, camisa blanca y corbata colorista...
irresistibles!!!
Muy eroticoso y rico tu relato...Me ha gustado y lo viví leyendolo,...Es una rica tentacion irresistible.
Besos.
Desde mi SeD.
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