que se van acercando,
veo tu imagen reflejada en el espejo de la alcoba,
me revuelve los sentidos
el aroma que desprendes,
todo huele a ti...
Mi mirada lujuriosa hacia tu cuerpo,
desnudando la voz
me muerdo los labios de deseo,
me dirijo hacia ti con una única idea, hacer a tu sexo mi rehén...
Con una pasión sin límite
que me envenena
quiero enredarte en mis ganas,
clavarte poquito a poco en mi piel,
llevarte a los submundos del placer
en la impudicia de mi boca,
desbordarme en tu glande y someterle
a la lascivia de mi lengua,
que de forma irracional lamería las pequeñas gotas brillantes que emanan por tu imponente excitación...
Convertirme en la bestia salvaje
que atrapa, engulle y traga tu falo en la voracidad de mi locura hecha gozo, llevándote sin piedad al límite del orgasmo, deleitándome hasta el último instante en la concupiscencia de tu inminente explosión...
Más tarde saborearé el dulce néctar de tu esencia que en mi delirio aún conserva mi garganta,
y de un solo trago pasa a lo más profundo de mi ser...
Calmo el hambre de tu sexo... pero ahora tengo sed de...
Amanteceres